El matrimonio March Servera eligió este hermoso enclave de la costa para levantar la que sería una
singular villa de recreo. Está situada en el lugar de una antigua torre de vigía que se denominaba "Torre
Cega" porque no era visible desde otras atalayas y sólo protegía Cala Ratjada.
La finca fue adquirida en 1915 y al año siguiente se encargó a Guillem Reynés Font (1877-1918) el
proyecto. Reynés fue uno de los más notables arquitectos de principios del siglo XX y su relación
profesional con Juan March fue fructífera ya que éste confió en él para varios proyectos. Adscrito primero
al Modernismo, la obra de Reynés fue derivando hacia el Regionalismo, estilo que inspiró la obra de
Sa Torre Cega, considerada un referente del estilo en Mallorca.
La casa es de planta cuadrada y consta de tres plantas y torre lateral. El interior se distribuye alrededor de
un patio central y en el exterior, una amplia terraza ajardinada rodea el edificio. Del proyecto realizado
por Reynés, destaca el empaque y la solidez de las fachadas y, sobre todo, la imponente escalinata de
acceso a la casa para salvar el desnivel del terreno, más tarde modificada. La casa actual es fruto de
varias reformas. Una de 1930, del arquitecto Guillem Forteza Piña y otra en las década de 1960 y 70 cuando
la propiedad pasó a Bartolomé March Servera. Entonces se hicieron importantes reformas para modernizar
el interior (la nueva decoración fue obra de la Maison Jansen de Paris), cubriendo el patio y aplicando
creativas soluciones decorativas de estilo contemporáneo y gusto mediterráneo. Es en esta
etapa que nacen los famosos jardines de Sa Torre Cega. |